Suman nuevas regulaciones a las SAS: Domicilio social.
El 7 de Abril de 2022, la Inspección General de Justicia (IGJ) emitió la Resolución General N° 4/2022, reglamentando la forma en que las Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) deberán cumplir con la acreditación del domicilio ya sea al momento de la constitución o del cambio de sede social.
La resolución establece que las SAS deberán acreditar la existencia y veracidad del su domicilio y sede social se deberá mediante alguno de los siguientes instrumentos:
- Acta de constatación notarial;
- Comprobante de servicios a nombre de la sociedad;
- Título de propiedad o contrato de alquiler o de leasing del inmueble en donde se constituye la sede social;
- Habilitación o autorización municipal equivalente, cuando la actividad de la entidad solicitante se lleve a cabo en inmuebles que requieran de la misma.
- Si el domicilio de la sede coincide con el declarado por el representante legal, se deberá acompañar comprobantes de servicios a su nombre y alguno de los instrumentos detallados anteriormente.
La IGJ podrá efectuar de oficio, de forma previa a la inscripción, las visitas de inspección y otras medidas que considere necesarias a fin de constatar la veracidad de la sede social.
En los dictámenes de precalificación profesional, deberá incluirse la manifestación expresa de los profesionales de que se ha constatado personalmente la veracidad y efectividad de la sede social que se pretende inscribir. En caso de error o falsedad se aplicarán las sanciones previstas en la Resolución General 7/2015 (artículo 54).
En línea con lo que comentamos en publicaciones y comentarios anteriores, en los últimos años se han sancionado distintas medidas que complejizan la constitución y el accionar de las SAS en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Las SAS se nacieron con el objetivo de constituir una estructura societaria tendiente a facilitar el camino para la constitución de nuevos emprendimientos. En su origen se preveía, por tanto, que las SAS podrían ser una herramienta más para la promoción de nuevos negocios y el emprendedurismo en general.
Con el argumento del presunto uso fraudulento de las SAS, en los últimos dos años se han incrementado los requisitos para su desenvolvimiento, desalentando el uso de las SAS.