E sports y Propiedad Intelectual. En búsqueda de entretenimiento.
Por: Pablo Armando
Los fanáticos del deporte que, además de practicarlo, disfrutamos verlo en su dimensión profesional, nos encontramos hoy obligados a ver viejas repeticiones de partidos de tenis, fútbol, rugby, hockey o carreras históricas de TC 2000, F1, NASCAR y más. La novedad y buena noticia, es que también contamos una buena cantidad transmisiones de esports para aprender y disfrutar de estas nuevas disciplinas.
Los esports nos permiten ver en formato virtual partidos de futbol, tenis o carreras en las que participan, tanto jugadores profesionales de los esports como deportistas profesionales que se adaptan a esta disciplina (Nota del Autor: imperdible el Kun Agüero transmitiendo cómo juega con su personaje en un videojuego de fútbol).
Como abogado especializado en Propiedad Intelectual (PI), al ver éstas transmisiones no puedo evitar preguntarme que rol juega la propiedad intelectual en ésta actividad, y también, en qué dimensiones -y con qué alcances- se pone de manifiesto.
Por supuesto, la industria de los esports es diferente a la del deporte tradicionales, y esto tiene su impacto en materia de PI.
Entre otras cuestiones, cobra particular relevancia el software, que es aquello que permite llevar el deporte al mundo virtual. La plataforma o consola a partir de la que se juega (hardware y, nuevamente software, donde corre el juego), los nombres de los juegos, los derecho de transmisión, la explotación de derechos imagen (nombre de jugadores profesionales, nombres de los equipos), los auspiciantes. Incluso las marcas que, a su vez, sponsorean a los equipos y jugadores en el mundo analógico, y muchas otras particularidades que presenta esta nueva modalidad deportiva.
Veamos algunos ejemplos y particularidades de los derechos de propiedad intelectual y contratos, aplicados (o vinculados?) a los esports:
Patentes: vemos casos de sistemas de “inteligencia” para alojar juegos y crear distintos ambientes de juego adaptables a distintos escenarios; métodos para “matchear” jugadores en escenario de multiplayers; y también dispositivos periféricos que incluyen cámaras de videos.
Marcas: están presentes tanto en los nombres de lo juegos, en las plataformas, nombres de personajes, apariencias, cómo también en los sponsors, patrocinadores, organizadores y nombres de equipos.
Derechos de autor: los videojuegos, en la medida que sean originales, tienen amplia protección por el lado del Derecho de Autor o Copyright, ya sea que se los considere software, obras multimedia u obras audiovisuales.
Diseño industrial: principalmente presente en el diseño estético de las consolas y los dispositivos periféricos que se utilizan.
Licencias de los derechos: el uso de un videojuego por un organizador de eventos de esports, requiere -en general- de la obtención de la licencia para poder usarlo y ponerlo a disposición de los jugadores. Para el caso de derechos de imagen, la inclusión de imágenes de deportistas, jugadores o de espectadores, también requiere contar con las debidas licencias o autorizaciones.
Finalmente, en la medida que durante el evento se utilicen marcas ajenas al organizador, deben mediar licencias que así lo autoricen.
En general, los contratos que regulan estos derechos y sus usos autorizados son complejos e involucran una gran cantidad de sujetos; pero también puede que el productor del software o videojuego, sea quien obtenga todas las licencias, lo cual facilita luego la organización del e-sport.
Finalmente, hay que considerar los derechos de transmisión del evento, que en general están en cabeza del organizador o a quien esté haya designado para transmitirlo. Aquí pueden aplicarse, en general, los mismos criterios que rigen en materia de transmisión de eventos deportivos “analógicos”
Los esports son un mundo fascinante y desafiante en materia de derechos de propiedad intelectual y, sin dudas, es una industria que vino para quedarse.
Por suerte, más allá de todo la industria del deporte tradicional sigue en pie y con muchas oportunidades de crecimiento y desarrollo para el futuro.
Entre tanto, mientas Argentina sigue en confinamiento, los fanáticos ya contamos con el regreso del fútbol alemán, y en breve…¡La Liga Española!
*Texto de Pablo Armando. Nota publicada en AUNO Abogados.